Ahora que acaba el verano, tendemos a dejar de lado la dieta y empezamos a descuidarnos, sobre todo en el ámbito alimenticio. ¡Esto es un error!
Sí que es verdad que en verano solemos cuidarnos más porque nuestro cuerpo está más expuesto y queremos vernos y que nos vean mejor, pero seguir una dieta equilibrada, no solo es para el aspecto físico exterior, sino también para nuestro organismo.
Debemos seguir siempre una dieta equilibrada donde debemos comer de todo y recordar que los excesos son malos, sobre todo en alimentos con grasas saturadas y azúcares. Por otro lado, debemos recordar que no tenemos que ingerir alimentos ultraprocesados porque a largo plazo son nocivos para nuestra salud.
Un buen ejemplo de una alimentación equilibrada es seguir la dieta mediterránea. Se trata de una de las más completas y variadas por su contenido en proteínas, grasas saludables, carbohidratos, vitaminas…
Te recomiendo que una vez a la semana te hagas un menú antes de ir a hacer la compra y tengas planeado lo que vas a comer esos días, tanto en la hora de comer como de cenar, porque cuando improvisamos tendemos a hacer platos rápidos que provienen de congelados o son procesados.
Recuerda que tu dieta debe ser rica en fruta y verdura, con el objetivo de tener un sistema inmunitario fuerte y sano para poder combatir las enfermedades de cara al invierno.
Además, es muy importante que comas carne y pescado porque te aportan las proteínas y los nutrientes necesarios para tener energía en nuestro día a día.
Sabemos que en verano seguir este proceso puede resultar más fácil porque tenemos más motivación. Además, el calor ayuda a quitar el apetito, por lo que solemos ingerir menos calorías de forma inconsciente, pero esto debe seguir en invierno.
Es muy importante conseguir el balance en nuestra dieta diaria para llevar una alimentación equilibrada y rica en nutrientes.
Si se te hace difícil seguir este tipo de alimentación, yo te puedo ayudar en este proceso. ¡No dudes en contactar conmigo!