La siesta es uno de esos placeres que de vez en cuando nos gusta permitirnos. Normalmente, si tenemos horario intensivo entre semana o algún fin de semana tenemos la oportunidad de disfrutar de un rato de sueño después de comer. Pero, ¿qué pasa cuando nos levantamos? ¿Por qué nos apetece tomar dulce? Te cuento por qué y cómo puedes evitarlo.

Quiero azúcar después de la siesta

Aunque hayas comido bien e incluso es probable que hayas tomado postre, al despertarte de la siesta el chocolate te llama a gritos. Una razón es porque que los niveles de glucosa bajan mientras dormimos. Además, la serotonina, la hormona del placer y la felicidad, toma protagonismo a la hora de la merienda, por eso también apetece dulce a esas horas.

La alimentación va muy unida con el sueño. Lo que comemos puede afectar a nuestro sueño. Por eso, hay que cuidar lo que comemos, cómo te levantes de la siesta va a depender de la composición de la comida que hayas ingerido previamente. Por ejemplo, si has tomado pocas proteínas y más hidratos de carbono simples es posible que el cuerpo te pida dulce después de la siesta. Ocurre que da una subida de azúcar que provoca hipoglucemia, y por eso, el cuerpo nos pide azúcar. Es decir, el azúcar llega muy deprisa a nuestra sangre generando un pico y por eso al rato queremos más.

También puede ocurrir que no hayamos asimilado bien la comida. Llegamos de una jornada larga con hambre y comemos todo lo que nos ponen por delante. No tenemos el control de lo que hemos comido, además, a veces estamos distraídos con el móvil o la televisión. Qué pasa con esto, que tenemos una falsa sensación de hambre, queremos dulce que es adictivo y si empiezas con algo de dulce es complicado parar.

Cómo evitamos querer dulce después de la siesta

Ahora que ya sabes algunas de las razones de por qué nos apetece dulce después de la siesta, te cuento cómo podemos evitarlo. Como he explicado, lo importante es realizar una comida equilibrada que tenga las suficientes proteínas y nutrientes. Por otro lado, tomarte tu tiempo para comer, no comer con prisas, asimilar bien lo que estás comiendo. Si aun así te apetece mucho dulce, intenta comer algo sin azúcar o tomar solo una onza de chocolate negro puro para que sacie algo esas ganas.

De esta manera será más fácil que no te apetezca tanto dulce después de la siesta.