El verano es la estación perfecta para captar la vitamina D necesaria para nuestro organismo, porque es el momento en el que más nos exponemos al sol, Entonces, cuando empieza el otoño ¿qué podemos hacer para mantenerla?
Primero de todo debemos intentar estar el máximo tiempo posible al sol dando paseos, llevando a cabo actividades al aire libre…pero esto no siempre es posible cuando amanece nublado.
Otra opción es realizar deporte, ya que ayuda al desarrollo de esta vitamina, debido a que activa la circulación y colabora en que los huesos obtengan una gran cuantía de vitamina D.
Como siempre, la alimentación es la base para suplir carencias. Por ello, puedes intentar adaptar tu dieta para aumentar tus reservas de vitamina D. Te recomiendo los siguientes alimentos:
- Pescado: Como el salmón, atún, caballa, dorada, trucha, sardinas, boquerones, anguila o angula … Todos serán buenas opciones para adquirir esta vitamina
- Huevos: ¿Sabías que la yema es la parte que más tiene vitamina D? Huevos rellenos, poché o pasados por agua son deliciosos y te aportarán un plus
- Lácteos: Te sugiero el queso, leche, yogur o mantequilla.
- Hongos y setas: Por ejemplo los champiñones o las setas shiitake.
- Carne de ternera: Sobre todo el hígado, pero si lo tuyo no es la casquería puedes probar a mezclarlo con carne picada y verduras.
- Frutas y verduras: Este tipo de alimentos no contienen grandes cantidades de vitamina D, pero también colaboran en su absorción. Elige preferiblemente el aguacate, naranja, pepinos, zanahorias y algunos tipos de col.
- Tofu: Perfecto para obtener vitamina D, pero además aporta hierro, calcio y magnesio.
En definitiva, lo ideal es combinar todos estos consejos que te he dado (deporte, tiempo al sol y una alimentación rica en esta vitamina), para mantenerte fuerte y sano.