Por fin llega esa época del año tan esperada, ¡las vacaciones de verano! Ese momento, que después de un año de trabajo, esperamos como agua de mayo. Es tiempo de disfrutar, de relajarse y de desconectar. Pero ojo, en algunos aspectos se pueden volver en nuestra contra. ¿Es compatible estar de vacaciones y llevar una alimentación saludable? Sí, ¡lo es!
Te dejo algunas ideas para mantener una alimentación sana durante las vacaciones:
- Salir a comer fuera
Una de las cosas que más apetece hacer cuando estás de vacaciones es salir a comer fuera de vez en cuando. No pasa nada, puedes hacerlo. Pide platos de comida casera, evita los fritos y precocinados, y podrás seguir manteniendo una alimentación sana y equilibrada.
- Cocinar en casa
También está la posibilidad de pasar el día fuera de casa, pero y ¿si cocinas antes? Por ejemplo, si vas a pasar el día en la playa puedes preparar unos sándwiches, unas tortillas o una ensalada de pasta para llevar.
Si preparas la comida en casa, tendrás controlados todos los ingredientes que vayas a usar en los platos y las cantidades a servir. Además, ¡un picnic siempre es un gran plan!
- Mantener las 5 comidas diarias
Te recomiendo que en vacaciones intentes mantener las cinco comidas diarias recomendadas. Es fácil, ya que estás más relajado y puedes tomar cada comida con calma.
Mantener este hábito es un paso más a seguir para llevar una alimentación saludable también en verano.
- Mantener una rutina de ejercicio
Cuando estás tranquilo y tienes tiempo es más fácil cuidarse. Puedes organizar el día cómo quieras y hacer ejercicios que durante el año no haces. Por ejemplo, correr por la playa todas las mañanas, hacer yoga al aire libre o realizar una ruta de senderismo, si tu elección ha sido el campo. ¡Todo son ventajas!
- No al todo o nada
No te metas tanta presión. No tienes que controlar todo lo comes a rajatabla durante las vacaciones. Cuidarte no significa que no puedas consumir eventualmente alimentos menos saludables, el equilibrio es lo ideal, disfruta de comer sano pero no te prives de vez en cuando de otros productos que también te gustan. De lo contrario puede ser contraproducente y generar ansiedad. Lo que puede llevar a realizar cambios bruscos en tu alimentación.