Los días de trabajo pueden ser largos y cansados. El poco tiempo que nos queda entre una cosa y otra, aprovechamos para picar cualquier cosa, normalmente, comemos poco, rápido y mal. ¿Qué ocurre cuando hacemos esto? Que cuando llegamos a casa, nos relajamos y tenemos un momento de paz, nos da el hambre que no hemos saciado en todo el día y, atracamos el frigorífico a mano armada. Una práctica que no ayuda en nada a llevar una alimentación saludable.
Para evitar esta práctica lo mejor es que hagamos meriendas saludables. Elige los alimentos y la cantidad adecuada para evitar esos atracones que pueden derivar, entre otras cosas, en pesadez de estómago.
¿Qué alimentos podemos tomar en nuestras meriendas saludables? ¡Toma nota!
- Fruta: nada más sano para saciar el hambre
Sí, no me canso de repetirlo, lo más sano para merendar es la fruta. De esas dos o tres piezas que recomiendan comer al día, puedes incluirlas en la merienda. Trocea las piezas y acompáñalas con un yogur y tendrás una merienda completa y buenísima.
- Frutos secos con yogur natural: energía para afrontar la tarde
Lo mejor para un día cansado es recuperar energía una vez llegas a casa, porque hay días en que por la tarde todavía quedan cosas que hacer. Los frutos secos aportan esa energía que necesitas. Mezcla nueces, avellanas o almendras en un bol con un yogur natural (mejor sin azúcar) y recupera fuerzas para acabar la jornada.
- Chips vegetales: ricos y saludables
Cambia las patatas fritas por chips de remolacha, plátano o calabaza. Son mucho más saludables y sacian igual. Los puedes preparar tú o comprarlos ya hechos. Tómalos solos o con guacamole. ¡Están riquísimos!
- Tostadas integrales: un toque de aguacate, y ¡listo!
Una merienda saludable son unas tostadas integrales. Te recomiendo que les pongas unas rodajas de aguacate o un poco de pavo. Las dos opciones son perfectas para merendar.
- Hummus: dipea con apio y zanahoria
El hummus de garbanzos también es otra opción para hacer una merienda saludable. Unta unos palitos de zanahoria y apio en el humus. Los garbanzos aportan fibra y las hortalizas un montón de antioxidantes. ¿Se puede pedir más?